Cerdanyola gasta 270.000 euros para sellar el amianto vertido en un patio escolar
A finales de febrero, un maestro de la escuela Xarau de Cerdanyola del Vallès se topó con el rastro que la empresa Uralita dejó tras décadas de estancia en el municipio. Lo que sobresalía entre la tierra del patio eran restos de amianto que la multinacional de la construcción vertió sin control en algunas calles de la ciudad. Aunque los deshechos de tuberías fabricadas con la sustancia cancerígena se acumulaban en un rincón, el hallazgo obligó a vallar el recreo y cubrirlo con una gran lona de plástico, excepto una pista donde los alumnos se han tenido que apelotonar para comerse el bocadillo.